sábado, 10 de noviembre de 2007

Secreto a voces

1 comentario:

Mario García Stipancich dijo...

Si este personaje fuera a la narrativa yo lo mandaría a alguna obra del realismo mágico, quizás lo metería detrás de una puerta de una casa del Comala de Pedro Páramo. Es bello cómo esos colores se curvan hipnóticamente hacia la cintura.